
Mientras intente no pesar en nada...volvió;Sentí como mi cerebro con facilidad pudo recordar cada detalle de tu cuerpo,el aroma de tu cuello, y el propio gusto de tu boca.Te pude imaginar tirado en mi sillón,con tus zapatillas en el piso y tu sweter en la silla colocado des prolijamente;pensé infinitas veces en tu sonrisa y sonreí con solo imaginarla.Recordé cada paso que seguí para llegar a tu lado.Te miré fijo a lo lejos mientras caminé pausadamente hipnotizada,y al mismo tiempo adormecida y feliz,por el trayecto que me llevaba a tu lugar. Decidí cerrar las cortinas, prender el televisor y lentamente escabullirme en tus brazos.Una misión cumplida.Te enredé entre entre los mios y formé una jaula con ayuda de mis codos para sentirte enteramente para mí,sin escapatoria.Levanté mi cabeza y al mirar por encima de tu nariz ví tus ojos firmemente clavados en los mios.Recorrí cada detalle, centímetro,dimensión de tu cara y sentí un suspiro circulando en mi pecho.Dejé de mirarte y comencé a buscar tu espalda, mi perdición.
Mis manos dieron el inicio a un continúo desplazamiento de caricias recorriendo tu cuerpo.Era un sueño;mi sueño.
Al mismo tiempo que te sentía con mis palmas,prisionero,me ví obligada a encerrarte entre mis piernas y así apoderarme completamente.
Te besé. Te besé como si fuera la ultima vez. Te besé tantas veces pude hasta quedarme sin aliento.Te besé con miedo a perderte después,aún sabiendo que al otro día seguirás siendo mio, pero te besé tanto que sentí nuevamente que me había olvidado de respirar y que mis pulmones me pedían oxigeno...pero no importaba...yo te pedí a tí.
Te besé la espalda y el pecho.Marqué con mi boca tu cuello y tus labios.Te hice enteramente mio y te saqué despacio la camisa,necesitaba tocar tu piel que una vez al descubierto también la besé.Me sumergí en lo más profundo de mi mente donde solo existías, de a poco dejé de escuchar las voces del televisor,dejé de ver la claridad que atravesaba las cortinas y no fue necesario realizar una mínima fuerza para que mi cuerpo reaccionara hacía el tuyo, todo sucedía sin que yo pudiera darme cuenta,mi conciencia estaba en paz.
- Me haces muy feliz- te dije. Volviste tu mirada hacía mí y me estrechaste aún más hacía tu cuerpo.
Me diste vida,volví a respirar y sentí que definitivamente el mundo no era nada al escuchar un claro :TE AMO.
Pude acomodar mi cabeza en tu hombro para tener asientos de primera fila al olor de tu cuello y que mi frente tenga un palco a tu boca.